3 señales claras de que tu rutina de cuidado de la piel necesita un cambio de imagen

Para una persona ocupada, las rutinas son como una manta cálida y segura que te protege de la imprevisibilidad de la vida; algo refrescante y constante en lo que puedes confiar cuando todo lo demás es más caótico. Pero, cuando confiamos demasiado en la facilidad y previsibilidad de las rutinas que nos imponemos, es fácil cegarnos voluntariamente cuando pierden su eficacia.

Dado que a menudo es difícil ver el bosque a través de los árboles en tu rutina de cuidado de la piel, hemos identificado algunas señales de alerta que debes tener en cuenta para que puedas actualizar tu sistema en consecuencia.

Si no sabes cuándo caducan tus productos

Sería un poco raro, sin duda, si supieras de memoria la fecha de vencimiento de los productos de cuidado de la piel que usas, pero obtener un conocimiento general de cuándo han pasado su mejor momento es fundamental para mantenerte al tanto de tu rutina de cuidado de la piel.

Si nunca has considerado revisar las fechas de caducidad de tus productos, es una clara señal de que tu rutina necesita una actualización. Los efectos de usar productos de cuidado de la piel caducados pueden ir desde la ineficacia hasta una irritación intensa, así que deberías acostumbrarte a revisar las etiquetas de todos los productos de tu rutina al menos una vez al año.

Para obtener más detalles sobre cuándo retirar los productos de cuidado de la piel viejos, ¡consulte este artículo que escribimos hace unos años!

Si usas los mismos productos todos los días.

Desafortunadamente, en la mayoría de los aspectos relacionados con la salud en general, rara vez se puede decir que todo es blanco o negro. Si se tiene una infección, no se deben tomar medicamentos para la tos, al igual que si se tiene tos, no necesariamente se deben tomar antibióticos. El mismo sistema de síntomas y remedios debe aplicarse al cuidado de la piel.

El problema de mantener la misma rutina a diario es que te enfocas demasiado en general y terminas pasando por alto los problemas principales (si los tienes) de la salud de tu piel. Si un día sientes la piel especialmente seca, usa una crema hidratante o un aceite de belleza. Si tienes la piel grasa, prueba un exfoliante con peróxido de benzoilo.

El estado de tu piel puede variar de un día para otro, así que mezcla tu rutina concentrándote en los síntomas de tu piel y haciendo lo mejor que puedas para tratarlos individualmente.

Si la salud de tu piel ya no mejora

Aunque la piel no desarrolla resistencia a los productos de cuidado facial (salvo ciertos retinoides y esteroides tópicos recetados), existen numerosas afirmaciones de que ciertos productos parecen perder su brillo inexplicablemente con el tiempo. Existen varias razones por las que esto podría ocurrir.

En primer lugar, podrías haber cambiado tus hábitos de aplicación desde que empezaste a usar el producto. Parece razonable entusiasmarse mucho con un producto al recibirlo y seguir las instrucciones al pie de la letra, pero luego, con el tiempo, pierdes el entusiasmo y empiezas a descuidarlo. Este proceso puede ser gradual y apenas notarlo, pero sin duda podría inhibir la eficacia de tus productos.

En segundo lugar, la salud de tu piel podría haberse estancado. Si usas un producto que realmente hace maravillas con tu piel, después de un tiempo podrías no recordar cómo lucía antes, por lo que simplemente estás manteniendo tu aspecto actual.

Por último, y esto es específicamente para exfoliantes, tu piel podría estar más fuerte que cuando empezaste a usar el producto, por lo que los resultados ya no son tan visibles. Al usar los mismos exfoliantes y peelings regularmente, la producción de colágeno aumenta, dejando tu piel más gruesa y saludable. Por lo tanto, al continuar usando esos mismos productos, el efecto en tu piel más gruesa es menor. Si este es tu caso, considera probar un exfoliante ligeramente más ácido, ¡pero ten cuidado! No querrás excederte y terminar pareciendo un villano del Capitán América.

“Soy tan bonita que hago llorar a los bebés”.

La cuestión es que, si lo que haces ya no te funciona, no necesitas que un bloguero inteligente y atractivo te diga que cambies. ¡Empieza una nueva rutina y no tengas miedo de replantearte las antiguas!

Además de todas esas razones para renovar tu rutina de cuidado de la piel, ¡la más importante es que es divertido! Anímate a probar cosas nuevas, porque, ¿quién sabe? ¡Quizás encuentres la nueva poción milagrosa perfecta para ti y tu piel!

¿Necesitas un lugar para empezar? Mmm... No sé. ¡Ay! Oí hablar de un pequeño lugar llamado Lira Clinical . Son geniales. Incluso los mejores. La verdad es que me da vergüenza siquiera haberlo pensado.